jueves, 10 de diciembre de 2015

La mediación para mi es una danza

Si me preguntan que es la mediacion, les diría que para mi es una danza entre las personas que se acercan con sus miedos y ansiedades, sus enojos y sus penas, sus esperanzas y sus desconciertos, sus preocupaciones y sus entreveros. 

Es una danza entre los mediadores y quienes se atreven a abrir sus historias de vida, y juntos van componiendo esa coreografía que logre encontrar un camino, una salida, una vuelta que destrabe, un paso que reformule el problema, que encienda luces en la oscuridad del conflicto que parecía confuso, y así nutrirnos de esa danza que oxigena y mejora la vida. 

Maria 
21/11/15 

lunes, 30 de noviembre de 2015

Te regalo tiempo

Te regalo tiempo 

Son las 9 AM, Juan me ofrece llevarme al Osteopata, pero me pide que me apure pues se le hizo tarde. 

Veo su cuerpo en tensión, sus manos apretadas, sus gestos rígidos, su respiración cortada, su voz tensa. 

Me apuro lo mas que puedo, subo al auto y termino de acomodarme, peinarme, ponerme crema, y revisar mi cartera. 

El maneja tenso y de prisa, pasa cerca de otros autos, los corre, acelera, y mientras me recuerda que es tarde para el, que me llevara pero esta muy apurado. 

Mientras vamos, medito sobre que lindos somos relajados, cuanto mas linda es nuestra expresión al estar relajados, y se me vienen muchos rostros conocidos de personas queridas, a las que conozco en situación de tensión y de relax, y realmente son todos mucho más lindos cuando están relajados. Sus expresiones, su tono, su voz, su brillo, sus corazones laten en otra vibración, esa que nos une, que contagia, que inspira. 

Pienso en mi, que diferente soy cuando tengo tiempo, cuando mi cuerpo se distiende, cuando mi rostro se afloja y aparece una sonrisa espontánea, cuando tengo tiempo de mirar el cielo, de seguir el vuelo de un pájaro, de observar otras personas como conversan, de caminar sin prisa, que felicidad siento y cuanto bien me hace. 

Entonces, es cuando creo que lo que nos afecta tanto en nuestra vida, es principalmente nuestra capacidad de administrar el tiempo, y como esto repercute en nuestro estado emocional y en nuestro cuerpo. 

La mayoría de los accidentes, de los malentendidos, de los conflictos, surgen fruto de estar apurados, presionados, de estar corriendo y sin tiempo de parar, de tomar un momento para conversar, para mirarnos a los ojos y expresar aquello que sentimos y necesitamos. 

Y para que eso suceda, necesito, antes que nada, como base fundamental, tiempo. 

Si estoy corriendo, no puedo conectarme con mi sentir y expresar lo que me pasa, si el tiempo me aprieta, solo podré decir algo rápido, y seguir corriendo, haciendo. 

Las mejores cosas suceden cuando tenemos tiempo, cuando nos damos tiempo, cuando podemos estar sin correr, aun en medio de la ciudad. 

Una buena comida, una buena película, un lindo beso, un abrazo, una bella conversación, una carcajada compartida, un baño en el mar, una caminata al sol, todo eso y mas, nos pasa cuando hay tiempo! 

Incluso una conversación difícil puede ser enriquecedora si tenemos tiempo. 
Hablar de lo que nos duele, de lo que nos cuesta, y poder escucharnos con el corazón, merece tiempo. 

Entonces, podemos empezar por regalarnos tiempo para estar, para disfrutar, para vivir, para ser. 

Maria 
2/11/15 

Susurra mi cuerpo pausar

Silencio en la noche 
En esta bendita profundidad 
Para zambullirme y escuchar mis latidos 
Para recordar que estoy viva 
Y a veces me canso 
Y mi cuerpo me pide una pausa 
Y aunque mi mente se inquiete 
La ansiedad me atrape 
La exigencia me rete 
Pues hay mucho por hacer 
Yo vuelvo a rendirme a esta pausa 
Que insiste en que afloje 
Que confíe 
Que estoy caminando mis pasos 
Que estoy cerrando una etapa adecuadamente 
Que vengo abriendo caminos 
Tendiendo puentes 
Y amores 
Que voy disfrutando lo que elijo 
Que puedo elegir con mi corazón 
Y dar con amor 
Mientras recibo 
Y que la pausa es bienvenida 
Que se puede pausar el día 
Y mientras estar caminando la vida 
Que a veces es mucho no hacer nada 
Que a veces es solo registrar mi sentir 
Escuchar los susurros de mi cuerpo 
Los gritos que piden ayuda 
Y aquietarme 
En un mar de calma y esperanza 
De saber que todo pasa 
Y todo llega 

Maria 
14/10/15 

Corajuda

Voy manejando mientras llamo a mi amiga Cynthia, pongo el alta voz, y conversamos sobre nuestras cosas, nuestro día a día, nuestros proyectos. 

Y le cuento como me fue ayer a la noche, cuando pudimos encontrarnos con mama y Magdalena, mi querida y hermosa terapeuta que me acompaña hace varios años, y tuvimos esos momentos sagrados y trascendentes de la vida, donde pude conectarme con mi
Ser, y decirle a mama muchas cosas, agradeciéndole lo que me dio, e incluso lo que no me dio, pues de ello también aprendí, crecí y me nutrí, y gracias a ello he andado y sigo andando mi camino de vuelta a casa
Pude expresarle desde mi corazón, mis miedos más íntimos, mis deseos, mis sueños, y al terminar, mama, que esta hace varios años postrada y con sus funciones cognitivas muy disminuidas por su alzheimer y demencia de cuerpos de lewy, simplemente suspiro, y fue un suspiro conmovedor que nos caló hondo. 

Al escucharme, mi amiga me responde y me dice: "sos corajuda", y fue la primera vez que sentí en mi cuerpo una profunda comprensión de esa palabra, del coraje que nace de la fuerza del corazón, y me emocione al darme cuenta que si, soy corajuda, que haber podido hablarle a mamá en este momento tan especial de su vida que se va yendo, y de la mía, conectándome con mis sentimientos y mi amor, es ser corajuda. 

Me agradezco por haber podido hacerlo, por reconocer mi capacidad de expresarme desde y con el corazón, y ser corajuda. 


Maria 
19/11/15 

martes, 20 de octubre de 2015

Salir del cuarto de tortura para entrar al área de mejora

Recién salgo de un encuentro que coordinamos, y me enojo, conmigo, con el otro, me cuestiono por que hice esto, por que no hice aquello, por que no dije otras palabras, por que dije las que dije, por que no le dije de otro modo, por que dije "si" tan fácilmente, por que no me di mas lugar. 

Y la lista sigue y sigue, y me enredo en ella, quedo entreverada entre sus letras como si fueran una maraña de pelos locos. 

Trato de hacer una pausa. 

Trato de ver el sol que comienza a caer, los rayos me acarician la cara, y escucho el río abrazar mis pies. 
Veo una mujer en bici que se acerca a ver el atardecer, una pareja tomando mate, un hombre contemplativo, otra pareja conversando en un auto. Y el cielo se va tiñendo de diversos colores anaranjados y rosas, y va templando mi mente. 

Respiro hondo. 
Me dejo llevar por una linda conversación con mi amiga, lavando heridas, compartiendo ideas, mientras el mate va y viene como un mantra en silencio. 

El sol finalmente se fue, o eso dicen, pues en realidad no es el sol el que se va, es solo nuestra tierra que se mueve. 

Caminamos por la ciudad de Montevideo y su mística. 

Un breve descanso, y suelto mis pensamientos, los cuelgo en mi tender interno para que tomen aire fresco. 

Y así logre salir del cuartito de tortura tan seductor, de ese lugar donde encuentro distintas herramientas para "pegarme" por aquello que no hice, o por lo que hice y no me gusto, por mis desaciertos. 
A pesar de lo tentador que me resulta quedarme allí atrapada, latigandome con críticas feroces, me arranco, y salgo de ese lugar cerrado y asfixiante. 

Luego de caminar, de regresarme, de airear mis pensamientos con el sol, encuentro un nuevo lugar llamado "área de mejora", es abierto, verde, despejado, con aroma a flores, esta bien cuidado, hay juegos, y me animo a entrar, y hamacar mis pensamientos, a replantear aquellas críticas taladrantes, para reformular y dejarlas en este lugar, en esta "área de mejora", en este espacio que me nutre, donde puedo sembrar semillas de cambio, para imaginar nuevas posibilidades, donde aquellos errores son bien venidos pues gracias a ellos puedo mejorar, puedo crecer, puedo evolucionar. 

Respiro, mas liviana, mas iluminada, mas humana, pues he llagado al área de mejora. 

Maria 
20/10/15 

martes, 15 de septiembre de 2015

Latidos ausentes

Que difícil se me hace cuando no me ves 
Cuando me siento transparente 
Cuando no escuchas mis palabras 
Cuando solo buscas razones 
Y dejas atrás mis emociones 

Que dolor siento cuando no me dices nada 
Cuando pareciera estar envuelta en una neblina indescifrable de apatía 
Repleta de sabores insulsos 
Cuando la música ya ni suena 
Y mi cuerpo se va apagando 
Sin poder danzar ni siquiera con mis dedos 

Que triste me siento al sentirme ignorada 
Perdida entre los grumos de una noche sin luz 
Mezclada con números vacíos 
Y latas oxidadas de tiempos sin sentido 

Que pena siento en mi corazón 
Pues ya no escucho tus latidos 
Y tu no puedes escuchar los míos 

Maria 
1/9/15 

jueves, 27 de agosto de 2015

Y mis ojos se cayeron

Y mis ojos se cayeron 
Mi mirada se quedo sin luz 
Y un pájaro voló y se perdió en el éter 
Dejando atrás un sin fin de sensaciones que se apoderó de mi ser 
Mi plexo ardió en un fuego arrasador 
Que me abrazo  sin cesar 
Pude sentir mis viseras
Mis entrañas me hablaron y clamaron paz 
Un remolino perdido en la noche se metió dentro mío 
Y la puerta se cerró sin explicación 

La oscuridad se metió dentro de mi cama 
Mientras el silencio tocaba su mejor sinfonía 
Y las preguntas partieron hacia otro Puerto en busca de respuestas 

A lo lejos siento mis pasos 
Y el lamento de mi vientre que busca emerger y busca su voz 
Su propia canción de cuna 
Esa  que calma los calambres del alma 
Esa que con solo escucharla me permite volver 
     Despacito 
           Paso a paso 

Y comienzo a respirar otra vez 
Los pájaros anuncian el alba 
Y un rayo de sol se asoma entre mis sabanas rotas 

Respiro y comienzo a volver a sentir mi cuerpo con vida 
He vuelto a mi ser 
He vuelto a nacer en este amanecer 
He vuelto a mi Maria 

Maria 

24/8/15 

lunes, 10 de agosto de 2015

ANDANZAS

Confiar en que voy por el camino indicado 
En que los pasos andados fueron necesarios 
En que cada caída, cada tropezón, 
tuvo un sentido 
En que no todo necesita una explicación 
Confiar 
En que mi cuerpo es sabio 
Y dejar que mi corazón me guíe 
Permitirme sentir esa corazonada que me dice que es por aquí, 
que este es el camino 
Permitirme sentir que hay cosas que ya no quiero mas
Escuchar ese sensible registro que mi cuerpo me da cuando algo ya no lo elijo 
Y confiar en este nuevo camino que voy andando con mi corazón palpitando 
Confiar en mis Andanzas 
Esas que disfruto
  que me nutren
     que me alegran
         que me revitalizan
              que me inspiran 
 Esas donde puedo ser yo 

Confiar en mis Andanzas de la vida 

Maria 
4/7/15 

jueves, 18 de junio de 2015

Pautas lingüísticas Gestálticas para comunicarnos mejor


Uno busca lleno de esperanzas 
el camino que los sueños prometieron a sus ansias. 
Enrique Santos Discepolo



Estoy en mi casa aburrida, y decido prender la tele, aparece el noticiero y una señora hablando: "es tremendo lo que a uno le hacen en la calle".
Cambio de canal, veo el final de un partido de fútbol, el entrenador esta hablando: "es que cuando a uno lo cuestionan es muy difícil jugar". Vuelvo a cambiar de canal y hay un programa de chimentos del espectáculo, esos que comentan las intimidades de los actores, y esta hablando una actriz: "a mi no me gusta cuando a uno la critican y maltratan".

Me voy a una reunión de amigos, y un amigo relata su preocupación por su situación, y dice: "es muy feo cuando a uno no le dicen la verdad". Otro le contesta: "es que la gente no quiere hablar, y eso no es bueno para nadie, y menos para uno".


Entonces me pregunto, quien será uno? Hablan del mismo uno?


Cuando me detengo a observar como nos comunicamos, en los medios de comunicación como con nuestros amigos y familiares, me doy cuenta que aparece con mucha frecuencia hablar de uno, o en forma generalizada, sin hacernos cargo de lo que decimos.


Las palabras "uno", "gente", y "nadie", se repiten una y otra vez, y pocas veces nos expresamos diciendo lo que a mi me pasa, o yo me siento de determinada forma.

Quizás la vergüenza, el miedo a conectarnos con nuestros sentimientos, o a expresar lo que verdaderamente pensamos, nos lleva a usar modos impersonales, generalizados y usuales.

La Gestalt propone comunicarnos de tal manera que, como dice el Licenciado Eduardo Carabelli - fundador del Centro Gestáltico San Isidro en la ciudad de Buenos Aires -, profundicemos el contacto con nosotros y con el mundo, en el presente y haciéndonos cargo de lo que somos.

Es llegar al “darse cuenta”, como resultado de estar en contacto con lo que hay aquí y ahora con todos los sentidos para percibirnos a nosotros mismos y al mundo. 


Es hacernos cargo de lo que hay sin interferir ni interrumpir.


Es hacernos responsables, desarrollando nuestra capacidad de responder desde nuestro sentir y pensar, integrándolos. 

Escuchar y expresarnos son las bases de una buena comunicación.

Para lograr una buena expresión, existen ciertas pautas lingüísticas que nos ofrece la Gestalt, que nos ayudan a conocernos y darnos a conocer.

1.- Para comenzar a hablar, es importante autoexpresarnos en primera persona y en singular YO, aquí y ahora, en este instante, y así favorecer la responsabilidad de nuestros procesos y evitar proyecciones en el otro de aquello que me está pasando a mi. 
De esta forma expreso mi propia experiencia, lo que pienso, lo que siento o lo que quiero. No usamos el lenguaje impersonal, abrimos nuestro canal de comunicación diciendo que soy yo, no uno, y así está claro quien está hablando.
Comenzar con este simple cambio, modifica sustancialmente el mensaje, tanto para quien lo está dando, como para quien lo está recibiendo.

2.- No generalizar. Todos, nadie, cualquiera, siempre, nunca, son expresiones inexactas que nos distancian de lo que estamos experimentando.

3.- No interrumpir. Es quizás una de las más difíciles de las pautas. Estamos acostumbrados a interrumpir con algún comentario, o consejo o ayuda. Dejar que el otro se exprese para que desarrolle su propio proceso, y tan sólo escucharlo, aprender a callar y esperar nuestro momento.
También es estar atento a las propias auto interrupciones, como ser algún gesto especial, levantarse para buscar algo que justo en ese momento necesito, etc.

4.- No juzgar. No etiquetar la experiencia, ni calificarla de buena o mala. Tan sólo observamos y descubrimos lo que nos sucede con ella, sea nuestra experiencia o la del otro.

5.- No interpretar. Estamos acostumbrados a suponer, a saber de antemano lo que le pasa al otro. Por ello, es sano no interpretar, no adjudicar significados, no asegurar lo que le está pasando a la otra persona. Distinguir lo obvio que captamos por nuestros sentidos, de todo aquello que luego le agregamos fruto de nuestros imaginarios que damos por ciertos. La adjudicación de intenciones  acusa y causa daño “Eso lo hiciste porque vos sos”, o “yo sabía que esto te iba a pasar, si seguís así te vas a quedar solo”, etc. 

6.- No minimizar. Si siento un poco de tristeza, estoy minimizando mi tristeza. Permitamos que la tristeza sea como es, sin pretender achicarla, pues sino estoy descalificando lo que siento.

7.- Privilegiar el sentir por el pensar. De esta forma el registro sensible nos ayuda a que el organismo se haga conciente de su estar aquí y ahora. La emoción se registra en el cuerpo, y provee información mucho más auténtica que el pensar, con el que usualmente nos identificamos y armamos historias que suelen alejarnos de nuestra experiencia y no hacen más que murmullo mental.
Tampoco se trata de eliminar el pensamiento porque es malo, sino de integrar, pensar en el momento de planear y razonar, y sentir para captar aquello que me pasa, registrar mis necesidades y sentimientos, y al entorno. Y así ser concientes de lo que sentimos, lo que pensamos, lo que hacemos y lo que evitamos. 
Para ello, usaremos el “Yo siento”, y describir la sensación o sentimiento que experimentamos. 
Debemos tener cuidado con el uso de “yo siento que vos…”, o “yo te siento…”,  pues suelen anteceder a un pensamiento o juicio del otro. Lo que si podré expresar es lo que yo siento cuando el otro se expresa, pues cada uno es dueño de sus sentimientos.

8.- No amortiguar. Ser directo en la expresión, no dar muchas vueltas ni rodeos para expresar aquello que me pasa, es más claro y sencillo.

9.- No manipular. Con el objeto de tener lo que deseamos, muchas veces llenamos al otro de culpa, o lo seducimos, o lo hacemos sentir poderoso, para que nos diga o haga lo que queremos.

10.- Si, pero. Decimos que si a toda la propuesta y luego la descalificamos o nos justificamos. Para ello, proponemos reemplazar el “pero” por la “y”, y simplemente agregamos lo que creemos o sentimos.

11.- Preguntas. Transformar las preguntas en aseveraciones es darle una chance a la autoafirmación. Entonces, en lugar de decir “No tenés ganas de ir a tomar algo?”, digo “Me gustaría ir a tomar algo con vos”, y agregaría donde o cuando?

12.- No disculparse. Es mejor decir “lo siento”, así no entregamos nuestro poder al otro, esperando su disculpa para sentirnos bien. Pues detrás de una disculpa está nuestro autoacusación y sentimiento de culpa. 

13.- No quiero/No puedo. A veces es genuino, otras no. Debemos tener cuidado con justificarnos o escondernos en un no puedo, y no asumir nuestra  responsabilidad, alejándonos de nuestra libertad de elegir. Jugar el rol del pobrecito o el impotente, me aleja de mi propio poder. Decir “no quiero”, por el contrario me afirma y asumo las consecuencias de mi propia elección.
Esto no significa ser omnipotente, a veces puedo aceptar mis limitaciones, y podré buscar recursos o bien reformular mi objetivo.

Estas pautas son una buena guía para lograr una comunicación más sana, precisa y clara, primero con nosotros mismos, y luego con quienes nos vinculamos.
Y así lograr ser más auténticos, responsables y conocernos más.

Por ello, podemos ir intentando aplicar estas pautasen forma paulatina, comenzando tan sólo con poner el foco y observar: ¿cómo estoy comunicándome?


María Carneiro
Mediadora – Abogada - Gestaltista


Bibliografía:
“Entrenamiento en Gestalt, Manual para terapeutas y coordinadores sociales”, de Eduardo Carabelli, Editorial Del Nuevo Extremo, 2012.


sábado, 6 de junio de 2015

Estar presente y disfrutar

Estoy en un lugar hermoso, casi que no puedo creer la belleza que hay en este lugar.
Llegue a esta isla pequeña de Panarea en medio del mar Tirreno sin saber como, ha sido un verdadero  regalo del universo!
Y no puedo creer tanta belleza que hay aquí,  casi como si no me lo mereciera.
La recibo, la contemplo, y ....

Ahí vienen, llegan las moscas de los pensamientos a molestar.
Me vienen a recordar cuantas cosas tengo que hacer que me he olvidado.
Que las cuentas, que el mail, que escribirle a tal persona, que no me olvide de ..., y aparece una larga lista de pendientes.
Claro, pues tengo que hacer todo eso! Y que sea pronto!
Luego vienen otros pensamientos interpretando cosas que pasaron, que me quiso decir tal persona con tal expresión, o con aquello que hizo aquel día.
Y como si eso no fuera poco, llegan los pensamientos de lo que puede pasar, ojo con esto, ten cuidado con aquello.

Y de repente, hago una pausa, una bendita pausa, y me doy cuenta de como mi mente me ha distraído, me ha entreverado con miles de pensamiento que lo que han logrado es boicotearme y sacarme de mi estado de contemplación de la belleza de esta tierra, nuestra madre naturaleza.

Al hacer esta pausa, me doy cuenta de lo que me esta pasando, dejo pasar esos pensamientos, les digo que luego me ocupare de ellos, que ahora necesito estar aquí recibiendo esta hermosura,  y respiro hondo, y vuelvo a mirar, a contemplar lo que esta ante mis ojos y mis sentidos, buscando llenarme de tanta naturaleza, inmersa en ese ritmo único que tiene y que sucede sin necesidad de control alguno, y es pura belleza.
Observo a ese pájaro que esta volando, a esas nubes con forma de circulo, a esa luz en el cielo que se manifiesta de colores violáceos en el horizonte, a esos barcos que pasan tranquilamente, a ese hombre que nada como un pez en el agua, escucho el sonido del oleaje del mar.... Y me lleno de esa belleza.

A veces disfrutar de lo mas simple de la vida que se manifiesta ante nosotros, es lo más difícil, y es solo cuestión de darnos permiso y estar presentes.

Maria 🌀
7/6/15


viernes, 5 de junio de 2015

Mediación y Gestalt, un puente de integración

Para mi la mediación fue un amor a primera vista. 
Corría el año 1995, y en la ciudad de Buenos Aires promulgaban la ley 24.573 de mediación, y fui a una conferencia en la Universidad de Buenos Aires para conocerla, y me enamoré.  
A partir de allí recorrí un largo camino de aprendizaje, formacion  y experiencia como mediadora, contenta de haber encontrado una luz en mi camino que me abrió a nuevas formas de resolver los conflictos. 

Varios años después, llegue a la Gestalt, buscándome, y buscando crecer. 
No sabia con que me encontraría al entrar en este camino. 
Para mi ha sido un antes y un después, un portal, una senda que se expandió dentro mío, llevándome a lugares inhóspitos y bellos, de mucho aprendizaje. 

Por ello, comencé a tender este hermoso puente entre la Mediación y la Gestalt, uniendo dos amores que tienen mucho para dar, dispuesta a ofrecer este encuentro de aprendizaje, fruto de un largo camino recorrido. 

Digo encuentro, pues es mas que un curso, es un encuentro con uno mismo y con el otro, con mi ser mediador y con la Mediacion, con la Gestalt y su vertiente. 

Y quizás alguien pregunte: y que es la Gestalt? 

Podría compartir lo que un maestro, Alejandro Spangenberg, dice: "Gestalt es una travesía, un camino compartido, una senda, una ruta de vuelta a casa, un misterio que se revela en relación, en compañía."

La gestalt es una filosofía de vida, un modo de estar en el mundo, busca una visión integradora del ser humano, valorizando sus dimensiones afectivas, intelectuales, sensoriales, sociales, espirituales, emocionales y fisiológicas. 

La actitud Gestáltica aporta al mediador la base a partir de la cual ser mediador, y ayudar a las personas en la mediación. 

Es en la actualidad, en el presente, donde nos desplegamos como seres existentes, en el aquí y ahora podemos mediar, brindando espacio para conocer la vivencia actual del conflicto, como hoy lo están sintiendo quienes acuden a una mediación, y que es aquello que necesitan para estar abiertos al darse cuenta, momento clave a partir del cual pueden las personas tomar conciencia de aquello que buscan, del para que piden lo que piden. 

Es en la presencia, en la actitud de contacto con el entorno y con nosotros mismos, abiertos, dispuestos y sensibles a nuestra experiencia y la de quienes vienen a una mediación, para poder ayudarlos a darse cuenta y expresar lo que necesitan. 

Es la responsabilidad, la fuente de poder personal, que permite a las personas adueñarse completamente de sus acciones, asumir riesgos y aprender paso a paso, generando una capacidad de respuesta creativa en quienes vienen a la mediación, potenciando el autoapoyo y la autocomposición, ayudándolos a hacerse cargo de sus elecciones, preguntándoles qué pueden hacer a partir de esta situación de conflicto, y buscar posibles soluciones colaborativas. 

Y todo ello desde la empatía, virtud madre para acompañar a las personas en conflicto, con todos los sentidos al servicio de las personas, y con el corazón abierto a encontrar luces en el camino del conflicto. 

La Gestalt nos brinda huellas, recursos y técnicas, para poder ayudarme a ayudar mejor, para contactar conmigo y con el otro, para encontrar aquello que necesito, y aquello que quien viene a una mediación necesita. 

Son muchos los recursos y técnicas que ofrece, y es a través de la experiencia que podemos incorporarlos y ofrecerlos. 

Y así lograr ser un mediador mas integrado, para colaborar con quienes vienen a pedirnos ayuda en la búsqueda de acuerdos posibles. 

Maria Carneiro
5/6/15