miércoles, 30 de marzo de 2016

Desaparecer

Escaparme de mi por un rato 
Hacer un hollo en la tierra y dejarme abrazar por ella 
Huir sin aviso 
Sin rastros ni huellas 
Una pequeña valija que me acompañe 
Mi gato fiel 
Y salir sin motivo 
Solo perderme por ahí 
Dar vueltas sin rumbo acompañada tan solo de mi sombra (aunque la invite a partir ella insiste en seguirme a todos lados) 
Caminar en un circulo infinito que recorre el mundo 
Comprar un billete de avión hacia el primer lugar que despegue de aquí 
Meterme en mi propio ovillo de lana azul 
Entre almohadones hindúes y aromas de naranja y miel 
Sin teléfonos ni mensajes 
Sin contacto con los demás 
Buscando hacer contacto conmigo 
Y recuperar mi amistad 
Huir para que me trague la tierra 
Tomar el primer cohete que salga a la luna 
Para acostarme en su regazo por un rato 
Y hamacar mi existencia 
En el sin tiempo 
En donde no hay voces ni pensamientos 
Tan solo el sonido del universo 
Desaparecer allí 
Y soltar todos los miedos que me atrapan 
Soltar todos los pensamientos desgastantes 
Soltar mis trampas y mi neurosis 
Para volver a mi ser 

María 
29/3/16 
Beruti, Buenos Aires 

Aquella pregunta agobiante

Llevaba su cartera como de costumbre cargada de papeles sin sentido. 
Caminaba por la ciudad esperando llegar. 
Miraba el reloj de reojo para saber si otra vez llegaría tarde, una vez mas lidiando con el maldito reloj que parecía ir más deprisa que sus pasos. 
Sentía sus pies pesados y no sabia como iba a hacer para resolver aquella pregunta que la atormentaba, la despertaba por las noches, la oprimía y dejaba sin aliento. 
Decidió hacer algo nuevo, no sabia que, pero quería hacer algo nuevo, ya había  intentado todas las técnicas conocidas para encontrar la respuesta a su impostergable pregunta, pero no lo había logrado. 
Así que esa tarde, se fue caminando hasta la costanera, era una cálida tarde de marzo, el otoño había llegado, pero el verano aun no quería partir. 
Al llegar al río, se detuvo a contemplarlo, el sol se reflejaba en sus aguas, y un brillo especial resplandecía e iluminaba su rostro. 
Sus ojos se iluminaron, sin saber por que, se agrandaron y su cuerpo se enraizó allí mismo, al lado del río. 
No sabia que hacer, se había agotado de dar vueltas sin sentido a su pregunta, se había agotado de pensar y desgranarse la cabeza buscando la respuesta en los rincones más oscuros de su conciencia. 
"Basta! No aguanto mas!" Se dijo, "no quiero mas rulos y pensamientos truculentos, no quiero mas torturas que me enroscan como una víbora en celo. 
No se que voy a hacer con esto! Juro que no lo se! 
Pero si se que quiero estar en paz conmigo!"
Y grito esta frase tres veces con voz profunda y firme, cada vez más alto, hasta que la gente comenzó a mirarla desde los autos, todos se dieron vuelta para verla. 
Y a ella ya no le importo nada! Ya era hora de soltar sus preguntas sin respuestas, por más profundas y trascendentes que sean. 

Respiro hondo y se fue caminando despacio, liviana y aliviada, sin importarle su destino.

Maria 
29/3/16
Escrito en un viaje de subte de Juramento a Tribunales