Volver a meditar cuando nos caemos es tal vez el movimiento más fuerte para hacer.
Estar ahí con aquello que está vivo dentro de uno mism@, vibrando en el cuerpo y el alma, recibiéndolo y aceptándolo.
Sin entrar en retos o conversaciones intimas que nos juzguen o castiguen, atravesando frentes de batalla internas, para regresar una y otra vez a la sagrada y compasiva calma que habita en el corazón humano, y recostarnos allí.
Ese es el camino, regresar al corazón, nada más. ♥️
Maria 🌀