Llamar a la autocompasión, esa que nos invita a tratarnos con suavidad y dulzura, con delicadeza, con ojos tiernos que nos miran con amor, así como lo hacemos con un bebé.
La autocompasión nos dice palabras amables, comprende y no cuestiona, escucha lo que nos pasa sin preguntar, tan solo recibiendo aquello que emerge sabiendo que a veces duele, que a veces es difícil, y que lo estamos intentando.
La autocompasión es un elixir para aprender a amarnos como somos desde la profunda aceptación del alma que habita en cada uno.
La autocompasión nos lleva de la mano a caminar con confianza y esperanza por la vida.
María
@mariacarneiro28