Una vez mas volvía a sentir esa sensación conocida que a veces la tomaba
Como si bebiera un elixir relajante que la llevaba a un limbo sin igual
Un lugar bello y repleto de paz
Donde los problemas se han ido de vacaciones
Y los relatos son solo cuentos mágicos que endulzan su piel
En la casa de Borges
Cuando las estrellas se alinean con el canto de los grillos
Ella levita
Alejada de los ruidos de la ciudad
Alejada de los dimes y diretes
Alejada de la rutina y sus obligaciones
En esa casa, se hipnotiza con el aire
Dejándose llevar por una ola suave y ondulante de quietud
Saboreando esa mágica sensación de no pensar y dejarse Ser
Maria
29/1/2016
Borges, Buenos Aires
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