Llego la ultima noche en la casa rosa viejo de Borges
Un mar de tristeza inundo su piel
Las lagrimas rodaban por su cara
Bajando por la escalera hacia el jardín
Cuando Inexplicablemente, ella se quebró
El fantasma de perder aquella paz que sintió apareció
El desgano comenzó a avanzar tímidamente
Mientras un torbellino de emociones cruzadas explotaron en su interior
Regresar a la rutina, a la vida cotidiana, a las obligaciones y decisiones que la esperaban
Todo ello y mucho más comenzó a atormentarla
Salió en medio de la noche a caminar por aquel jardín primitivo
No quería despedirse, pero algo la llamaba
Era la ultima noche y quizás nunca más volvería allí
Una fuerte sensación de perdida e impotencia apareció
Camino unos pasos silenciosa y vulnerable
El joven árbol se conmovió y la abrazo con sus ramas susurrándole bendiciones de amor
El cantoneo de los barcos colgantes dio su último concierto dedicándole una canción
La enredadera desplegó todo su aroma para perfumar su corazón
Ella siguió caminando descalza sintiendo la potencia de la tierra en sus pies
Sin saber como salir
Sin saber como seguir
Miro al cielo buscando una señal
Respiro hondo
Y cruzo el agua para luego atravesar una vieja ventana del fondo del jardín
Maria
31/1/2016
Borges, Buenos Aires
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