domingo, 1 de noviembre de 2020

Si pudiéramos ser más compasivos

 El delicioso silencio de la noche 

La luna llena iluminándola 

Y el sonido del latido del corazón 

Allí se alojan alegrías 

Allí se alojan tristezas 

El misterio de ser humano 

Y el desafío de escuchar el corazón 

Suena fácil 

Sin embargo esa voz a veces se mezcla con los enredos del ego que vienen a confundirnos 

El ego grita fuerte y quiere atención ya! 

El corazón es paciente y amoroso 

Sabe como hablar, es compasivo 

Y siempre abraza lo que hay 

Nuestra bendita vulnerabilidad 

Sagrada y delicada 

Y si bien puede parecer débil, es en esa fragilidad que habita nuestra fortaleza 

Es aceptando nuestros dolores y miedos 

Nuestras emociones 

Nuestras lágrimas 

Allí se aloja la fortaleza del ser humano 

Si pudiéramos ser más compasivos con nosotros mismos, podremos serlo con los demás también


Maria 

5/8/20  

No hay comentarios:

Publicar un comentario