Hace unos días me visitaron imágenes de cómo mi vida ha ido cobrando un rumbo, mi rumbo.
Desde aquella niña que soñaba, vibraba y bailaba, buscaba encontrar un lugar en el mundo, hasta este presente donde voy palpitando tantos sueños que van concretándose, y donde todo va confluyendo y tomando una hermosa forma.
Cierro mis ojos, y puedo detectar esos destellos de mis anhelos, de mi corazón latiendo a otro ritmo, quizás al ritmo del universo.
Puedo verme bailando desenfrenadamente y liberando todo mi ser, en algún boliche de moda en mi adolescencia, donde perdía el control de donde y con quién estaba, y emprendía un viaje hacia algún lugar más allá.
Puedo sentir la música penetrando mis poros, circulando por mi sangre y moviendo todo mi cuerpo, mis músculos, mis huesos, mi energía y mi ser.
Puedo sentir esos viajes a las estrellas, a solas o acompañada, en medio de la montaña, el campo, el mar, o la ciudad. En algún lugar cercano, o quizás el más recóndito rincón del planeta.
Puedo oler aromas conocidos o tal vez nuevos y seductores, de aquí, de allá y más allá también.
Y esa chispa que buscaba, busca y buscará siempre poder encenderse, poder encenderme, que sabe y se, que la vida es efímera, que los instantes vuelan, que este precioso momento en que estoy escribiendo pasará, que quiero degustar mis encuentros, conmigo, con otros, con muchos, con pocos, a solas o acompañada.
Que quiero mirar mis ojos, y mirar a los ojos de otro ser
Quiero poder conectarme con mi corazón
y con el tuyo también
Que quiero danzar cada momento de mi vida, sea amargo, dulce, salado o agridulce
Quiero caminar y saltar mis transiciones, salpicando mi cuerpo y mi rostro de esperanza
Quiero jugar y reir a carcajadas hasta que me duela la pansa
Quiero cantar afinado y lindo, o al menos intentarlo, y elevar mi voz para que quienes están más allá me escuchen, para que llegue mi canto al alma de mi papá
Quiero integrar mis caminos, mis pasos y contrapasos, mis caídas y tropiezos, mis levantadas y paradas, mis saltos al vacío, y mis pasos afirmados y apoyados
Quiero seguir respirando bocanadas de aire puro, o el que encuentre, y respirar cada vez que me falte el aire, sea por sorpresa o desesperación, por alegría o congoja.
Quiero abrazarme cada vez que lo necesite, abrazar a quien quiera mi abrazo, abrazar a los enfermos, a los sanos y a los locos.
Quiero ofrecer mi corazón en cada ocasión, y sentir mi ser en cada instante de mi vida.
Que así sea
Namaste
María
Desde aquella niña que soñaba, vibraba y bailaba, buscaba encontrar un lugar en el mundo, hasta este presente donde voy palpitando tantos sueños que van concretándose, y donde todo va confluyendo y tomando una hermosa forma.
Cierro mis ojos, y puedo detectar esos destellos de mis anhelos, de mi corazón latiendo a otro ritmo, quizás al ritmo del universo.
Puedo verme bailando desenfrenadamente y liberando todo mi ser, en algún boliche de moda en mi adolescencia, donde perdía el control de donde y con quién estaba, y emprendía un viaje hacia algún lugar más allá.
Puedo sentir la música penetrando mis poros, circulando por mi sangre y moviendo todo mi cuerpo, mis músculos, mis huesos, mi energía y mi ser.
Puedo sentir esos viajes a las estrellas, a solas o acompañada, en medio de la montaña, el campo, el mar, o la ciudad. En algún lugar cercano, o quizás el más recóndito rincón del planeta.
Puedo oler aromas conocidos o tal vez nuevos y seductores, de aquí, de allá y más allá también.
Y esa chispa que buscaba, busca y buscará siempre poder encenderse, poder encenderme, que sabe y se, que la vida es efímera, que los instantes vuelan, que este precioso momento en que estoy escribiendo pasará, que quiero degustar mis encuentros, conmigo, con otros, con muchos, con pocos, a solas o acompañada.
Que quiero mirar mis ojos, y mirar a los ojos de otro ser
Quiero poder conectarme con mi corazón
y con el tuyo también
Que quiero danzar cada momento de mi vida, sea amargo, dulce, salado o agridulce
Quiero caminar y saltar mis transiciones, salpicando mi cuerpo y mi rostro de esperanza
Quiero jugar y reir a carcajadas hasta que me duela la pansa
Quiero cantar afinado y lindo, o al menos intentarlo, y elevar mi voz para que quienes están más allá me escuchen, para que llegue mi canto al alma de mi papá
Quiero integrar mis caminos, mis pasos y contrapasos, mis caídas y tropiezos, mis levantadas y paradas, mis saltos al vacío, y mis pasos afirmados y apoyados
Quiero seguir respirando bocanadas de aire puro, o el que encuentre, y respirar cada vez que me falte el aire, sea por sorpresa o desesperación, por alegría o congoja.
Quiero abrazarme cada vez que lo necesite, abrazar a quien quiera mi abrazo, abrazar a los enfermos, a los sanos y a los locos.
Quiero ofrecer mi corazón en cada ocasión, y sentir mi ser en cada instante de mi vida.
Que así sea
Namaste
María
Quiero que quieras a veces sí y a veces no.
ResponderEliminarQuiero que la luz te toque siempre, que te ilumine y que te sombree
Quiero que vueles, corras, camines, saltes, cantes, bailes, te aquietes....
Quiero que seas lo que estás siendo
Quiero
Beso .... querida María!!!!!
Te quiero Ale de mi corazón
ResponderEliminar