La copa vacía se acostaba en un sillón
La música quedo sonando en un sol sostenido
Mientras una araña acurrucada lamentaba sus pérdidas
Tus dedos se detuvieron en seco
Dibujando un espiral ascendente
Y el aire se corto en pedazos de vidrio
Una vez mas te atravesó esa blanca palidez
Sin explicación y sin aviso
Sin cuidado ni previsión
Y un nudo se instaló en tu garganta bloqueando el sonido
Tus gestos quedaron congelados en una noche azul
Con la bronca ahogada en el sinsabor de no poder
Que se mezclaba en una taza de café sin leche
Solo una cucharada de azúcar buscaba conmover tus sentidos
Buscaba devolverte tus latidos
Buscando despertarte de esa blanca palidez
Maria
27/1/2016
Borges, Buenos Aires
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