viernes, 10 de abril de 2015

Somos chispas divinas del fuego sagrado ❤️

Finalmente llegó el momento de compartir con la familia del camino, la ceremonia del fuego sagrado. 
Éramos muchos, como doscientos, y nos fueron acomodando en circulo dentro del Opa. 
Nos toco un lugar en el medio donde no podíamos apoyar nuestra espalda, así que pedimos cambiar ya que Juan tiene una hernia de disco. 
Nos pasaron atrás, para apoyarnos sobre la pared de troncos, y agradecidos nos cambiamos. 
Alli, luego de cosechar a los buscadores que estuvieron 7 días de ayuno, comenzó la ceremonia, con el rezo de tabaco, muy sentido y profundo, ya que además era la despedida de la tierra de Treinta y Tres, que los acompaño mas de veinte años. 
Desde mi lugar no podía ver el fuego, y lo sentí tanto, lo extrañé, lo buscaba, y no lo veía, solo su reflejo. 
Luego comenzaron los cantos, hermosos cantos con la sonaja. 
Con ellos fui elevando mi rezo, mi propósito de poder vivir con amor mis relaciones y proyectos, mis cierres y aperturas, y entregando mis miedos, pidiendo poder superar los obstáculos. 
Sentí mucho cansancio, por momentos me dormía, en otros momentos intenté dialogar con Dios, a veces escuché algo, otras me entreveré, entonces volví a ofrecer mis miedos y pedí se transformen en amor. 
Y me voy dando cuenta, que si bien no veía  el fuego directamente, podía ver y escuchar el canto de las chispas de fuego. 
Las vi brillar, expandirse en el aire, nacer del fuego, y emprender su vuelo. 
Las veía, las oía, las sentía! Que belleza! 
Esto lo pude ver cuando acepte  este lugar desde el cual recibí las chispas del fuego sagrado expandiéndose. 
Y llegó el momento del agua, y los cantos con las cuerdas de la guitarra, hermosos! 
Luego escuché una música bellísima, comenzó a sonar un mantra con un acordeón tan profundo que me llegaba al alma, Eyma Durga, y levante mi vista y lo veo a Ale Spangenberg que se levanta y todos nos levantamos para cantar este bellísimo mantra que nos abrazaba, y nos recorría una energía de pureza y amor sublime, que jamás olvidaré. 
Luego seguimos cantando, algunos compartieron sus rezos, la despedida de esta tierra de Treinta y Tres, y finalmente vamos hacia el árbol de la vida, ya esta por amanecer, y comenzamos a danzar hacia la derecha, hacia lo que elegimos, y luego hacia la izquierda, hacia lo que no elegimos y también es sagrado! 
Ha terminado la ceremonia, y nos abrazamos con los compañeros del camino! 
Ha llegado el momento de regresar a casa con el corazón encendido y sanando con amor, sintiendo que somos chispas divinas del fuego sagrado. 

Gracias! 

María 
7/4/15 

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