viernes, 10 de abril de 2015

Llegar tarde, llegar a tiempo

Llegar tarde, llegar a tiempo 

Miercoles de madrugada, suena el despertador a las 3.45 am, siento mucho sueño, y a los 5 minutos, me levanto, el avión espera. 
Nos preparamos, un rápido baño, acomodamos las últimas cosas, cerramos la casa, y salimos. 
Buscamos un taxi, y nada, esperamos, nada, Juan decide ir hasta la avenida Santa Fe a buscar uno, y al rato aparece con un taxi, estamos muy justos, el taxista no se apura mucho, llegamos a aeroparque. 
Buscamos el check in de Aerolineas Argentinas, hacemos la cola, y pregunto si es la cola para el vuelo a Montevideo, y me dicen que ya cerro! Como? Si, cerro hace 5 minutos! Tranquila, pregunto si podemos subir, nos dicen que no, ya es tarde! Que vayamos a la oficina de reprogramacion de vuelos! 
Desconcertada, sorprendida, y enojada conmigo y con Juan por haber llegado tarde, vamos a la oficina y nos informan que el siguiente vuelo disponible es a las 5 pm y tendríamos que pagar mas que lo que nos salió el vuelo! 
Me fijo por internet en mi celular, y encuentro dos pasajes a Montevideo por barco, a menos de la mitad de precio de lo que nos cobraban, y decidimos viajar así. 
Al terminar los trámites, un profundo enojo me invade, es la primera vez que perdemos un vuelo por llegar tarde! Y una sensación de que alguna vez nos iba a pasar, pues muchas veces salimos muy justos de tiempo, muchas veces salimos tarde, los dos no sabemos administrar bien el tiempo. 
Y la sensación de estar corriendo, de llegar con la lengua afuera, de haber llegado tarde a mi familia, de ser los mas chicos de cada familia, de llegar tarde! 
Me prometo a mi misma que aprenderé la lección y lograre cambiar, eso espero! 
Luego de drenar un poco el enojo, tomamos un taxi al puerto, y subimos al barco en tiempo, previo arreglar para recoger el auto alquilado en Montevideo oficina centro. 
Viajamos cansados, llegamos mas tarde de lo que hubiéramos llegado de haber tomado ese vuelo, pero llegamos. 
Luego manejamos casi 300 km hacia Treinta y Tres, donde vivimos una profunda y fuerte experiencia en un retiro espiritual en conexión con la naturaleza y compartiendo en familia. 
Al regresar, luego de la última noche con ceremonia de fuego, habiendo dormido poco, emprendimos el regreso a Montevideo en el autito alquilado, con dos compañeros, tomando mate, comiendo frutas y cantando. 
Llegamos en casi 4 horas, llevamos a nuestros amigos a sus casas, y nos dio tiempo para tomar un rico té sobre el río con el sol cayendo, una belleza! 
Al rato ya estábamos en el aeropuerto con tiempo de sobra, llegamos con suficiente tiempo, tanto que vimos que estaban chequeando un vuelo anterior a Buenos Aires, el de las 7 pm a aeroparque, así que nos anotamos en lista de espera para regresar en ese vuelo, es decir una hora antes del nuestro, y para llegar a aeroparque, que es mucho más cerca de casa, que a Ezeiza, donde llegaba nuestro original vuelo de las 8 pm
Para nuestra sorpresa, nos llamaron y logramos viajar en ese vuelo de las 7 pm! Muy agradecidos, sin pagar cargos extras, y con mucho cansancio y ganas de llegar a casa y descansar! 
Afortunadamente, al rato estábamos en casa! 
Y me quede reflexionando todo esto que nos paso y estoy escribiendo, el valor del tiempo, el llegar tarde y llegar temprano.... 
Rescato nuestra fuerza de voluntad al llegar tarde, como buscamos una alternativa para llegar, y si bien con esfuerzo de dinero y energías, logramos llegar a nuestro destino. 
Y al volver, poder disfrutar de llegar con tiempo, de caminar tranquilos, y nuestro premio de poder llegar a casa mas temprano! 
Una sensación de gracias, de vamos aprendiendo, vamos creciendo, de esperanza, me recorrió, y confiar en que todo llega. 

Maria 
7/4/15 

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