martes, 13 de enero de 2015

Y te vi en sus ojos



Hace pocos días estuve en Nosara, Costa Rica, en un hermoso retreat de 5 ritmos y yoga, celebrando el año nuevo con personas de diferentes lugares del mundo, en su mayoría norteamericanos. 

El lugar es un paraíso, el Costa Rica yoga Spa, esta en lo alto de una lomada, con una vista increíble a la selva, desde donde puedes ver miles de mariposas multicolores, aves sobrevolando, se escuchan monos ahuyadores, y a lo lejos se ve el mar y el sol poniéndose en el horizonte. 

Todo comienza y termina en un sagrado círculo, donde nos nombramos y ofrecemos nuestra intención. 

Danzamos algunas olas, y practicamos yoga y chi kung, hermosas prácticas en este bellísimo entorno, de la mano de Amber y Kevin, hermosa pareja que por primera vez unieron sus saberes ofreciendo este encuentro. 

Y un día trabajamos nuestras luces y sombras, las danzamos intensamente, y luego trabajamos de parejas. 

Me toco con Lorraine, la madre de Kevin, una mujer de 83 años, hermosa en todo sentido! 
Pude compartir mis sombras con honestidad, y ella me recibió con mucho amor, sus ojos brillaban y me abrazaban. 
Ella simplemente compartió su ser hoy, su aceptación de si misma, tan fresca y honestamente, su natural y bella forma de ir sumando años en la vida, una vida vivida plenamente y feliz, una madre con mayúscula, madre del universo. 

Compartir nuestras luces fue más fácil, allí compartí mis sueños, mi momento de estar concretando cierres, dejando de litigar, algo que ya no elijo, y conectandome con mis sueños de danzas y de poder guiar grupos de desarrollo humano desde la sabiduría del cuerpo, algo que va tomando forma espontáneamente, y encuentro aliadas en el camino, mi bella amiga y co equiper Ale. 

Y mientras yo le compartía, ella me miraba profundamente con sus ojos brillando, y me dijo: "puedo ver la belleza de tu alma en tus ojos", y pah, me emocione, mis ojos se empañaron, se mojaron. 
Ella me dijo que siga, que puedo, que siga caminando este camino en búsqueda de aquello que amo, que sea feliz. 
Y de repente, mi corazón comenzó a latir con mas fuerza, la vi, si, vi los ojos de mi mama en sus ojos, allí estaba, mi madre hablándome a través de sus ojos, mi madre que hoy esta postrada y sin poder hablar hace años fruto de una demencia senil que la ha tumbado. 
Los milagros ocurren, y tuve que viajar miles de kilómetros y encontrar en los ojos de Lorraine, los ojos de mama, hablándome con una dulzura y amor infinitos, algo que tantas veces añore, finalmente y en forma inesperada y simple, así se me manifestó. 

Este momento lo es todo para mi, es inolvidable, lo guardo por siempre en mi corazón. 

Gracias Lorraine, gracias mama. 

María 
13/1/2015 

2 comentarios: