Envuelta en vestidos rajados por el viento y el mar
viejos con olor a cenizas
agujeros que dejan entrever mi piel
poco a poco caen
se deslizan
insinuando mis curvas
mi vientre
mis pechos
resbalan
Mi cuerpo desnudo se esconde en mis brazos
por miedo a ser herida
cicatrices hondas se dibujan en mi piel
dejando leer las huellas del ayer.
Despojada de mis ropas me mostré
me miraste
me acariciaste con tu mirada
leiste mis huellas
mis curvas
mi alma
y tus ojos llamaron a los mios
besándose sin tocarse
tan sólo mirándonos
un te quiero nació
sin una palabra
sólo con un beso
Desnuda me siento
cuando estoy frente a vos
vulnerable
siento me envuelves con tu mirada
tus brazos
y tus besos
en un mar de risas y lágrimas.
María Carneiro.
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