miércoles, 31 de agosto de 2011

Navegando por el Bósforo en Istambul entre Asia y Europa, extraño a mis queridos padres...

Hoy en medio de la noche que aqui siempre tiene vida, en Istambul, ciudad cosmopolita donde se conjugan las culturas y aparece una mixtura entre el puente que une Asia y Europa.
Aca mi corazón palpita y mis recuerdos reflotan, vibrando mi alma, extrañando a mis tan queridos padres, Blanqui y Pepe.
Se fueron pronto, Pepe repentinamente, y mi madre se va lentamente, se evapora entre mis brazos y mis manos, los extraño profundamente, los amo.
Si, no se por qué me habita esta fuerte sensación, pero si se que quiero expresarla, abrir las compuertas para que estos sentimientos fluyan.
Los llevo dentro mío, me han criado, me han dado mucho, y mucho amor y valores.
No fueron perfectos, pero quedan aquellas enseñanzas que ni con palabras se expresan, se sienten, se transmiten con miradas profundas.
Siento sus almas, sus voces, sus caricias en mi cabellera, sus besitos en mi mejilla...
Sus palabras llamándome a comer con un grito de soprano, papá con su mirada atenta detrás de sus anteojos que escondían esos celestes ojos color mediterráneo.
Cuánto los extraño, y el tiempo es tirano, pues por momentos no quiero olvidarme nada, quiero poder abrazar todo lo que nos dimos, ponerlo en una gran piscina llena de agua donde poder volcar todo este sentimiento, y por momentos la vida avanza y allí debemos o mejor dicho, quiero crecer, dando lo mejor de mi, aprendiendo de mis caídas y mis levantadas.
Estas palabras buscan simplemente expresar este sentimiento, no pretenden, solo buscan fluir en mis sentimientos, y mis lágrimas de amor y tristeza caen sobre mis mejillas recordando el amor que me han dado, y extrañándolos mucho mamá y papá.... ahhhh

Respiro hondo, la vida continúa y se que ellos quieren que asi sea, que siga creciendo, que me quieren y me acompañan desde donde están, siempre.

Un abrazo de oso que atraviese los mundos, más allá de Asia y Europa.

María

1 comentario:

  1. María tu deseo será cumplido, no me cabe duda, porque está lleno de agradecimiento, de memoria y de la grata solicitud de estar siempre acompañada. Tus padres "te pueblan" y eso es evidente. Que sigas disfrutando tu viaje en la excelente compañía de ellos, de Juan y de los que te queremos, que también estamos viajando gracias a tu relato. Abrazos, Enrique

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