Culpa

La culpa es esa sensación agobiante que aprieta el pecho, asfixia el plexo y retuerce la garganta y la cabeza. 

Ella te persigue como la sombra en el camino, va detrás tuyo buscando enroscarte con sus argumentos y torturarte hostigándote con sus palabras diciéndote cosas horribles una y otra vez.

A la culpa le gusta acosarte, castigarte y lograr que poco a poco perdamos la fuerza vital, se siente como las grandes pelotas de hierro que llevaban atadas a sus pies los presos, dificultando cada paso que damos para que vayamos achicándonos y desinflándonos como un globo viejo que queda dando vueltas sin que nadie quiera jugar con el. 

Para salir de la culpa, es necesario darnos cuenta que nos ha atrapado, poder mirarnos desde arriba y observar como nos sentimos, buscar despejarnos, salir a caminar aunque el cuerpo pese y esté débil, sacudirnos por completo para quitarnos la culpa de encima, lavarnos la cara con agua fría y tomar una buena bocanada de aire que refresque la mente y cada célula de nuestro cuerpo para permitirnos salir y comenzar nuevamente. 

La culpa es señal de que hemos transgredido una norma, entonces, habiendo recuperado la vitalidad podremos darnos la oportunidad para revisar las normas que rigen nuestra vida, actualizarlas y si hubo algún daño, hacer alguna acción para repararlo. 

Maria 

27/1/2021

@mariacarneiro28

#sabiduriaemocional