jueves, 11 de mayo de 2017

Despedir a nuestros seres queridos

Celebramos la llegada de los bebés, les damos la bienvenida al mundo, nos juntamos a festejar acompañando su llegada a la vida, al nuevo hogar, a la familia.
En diferentes momentos de la vida, celebramos aquellos que son trascendentes sean religiosos como el bautismo y la comunión, casamiento, o cuando nos recibimos luego de culminar los estudios.
También celebramos momentos de la vida, cumplir años, 30, 40, 50, 60 años y más, festejamos la vida!

El partir de este mundo, dejar este cuerpo y elevar el alma al cielo, o lo que cada uno crea, ese instante es tan sagrado y trascendente como su llegada, es el retorno a las estrellas, es la vuelta a la gloria de Dios, a la eterna paz, allí donde no hay dualidad, no hay preocupación, no hay malos y buenos, solo hay amor y paz.

Despedir a nuestros seres queridos es honrar la vida, despedirlos agradeciéndoles su vida, los aprendizajes recibidos, y acompañar con amor, el amor que todo lo sana, todo lo puede y todo lo transforma, habitar el amor y acompañarnos, elevando el canto en plegaria al cielo, dándonos la mano en círculo, sonando los cuencos de vida, regalándole rosas blancas que simbolizan la pureza del corazón, dejando que las lágrimas sean un cántico a su vida, lágrimas de amor, lágrimas que sanan el dolor, lágrimas de paz.

Así despedimos a mamá, así sentí profundo en mi corazón acompañar ese sublime y único momento del final de la vida.

La extrañare y mucho, claro que si, y siento una profunda paz por haberla acompañado con todos quienes la queremos tanto, con mucho amor, tanto durante su larga enfermedad como en su despedida, sintiendo como el cielo, los angeles y papa la recibieron con alegría.

Gracias mamá, Blanca, Aquita, gracias, gracias.
Celebro tu vida y la vida que nos has dado, honrando la paz de tu alma.

Estas en nuestro corazón ❤️

Maria

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