miércoles, 26 de abril de 2017

Castillos de cristal

Ella dormía relajada en la cama, sus sueños viajaban por mundos imaginarios, su rostro reflejaba la paz del campo. 
El la miraba deseándola, la buscaba para saborearla, se resistía a pensar que esa sería la última noche. 
Los minutos paseaban desnudos por la casa. 
Un beso quedó colgando de la ventana expectante. 
El ansiaba tocarla, y en un impulso se abalanzó sobre ella y comenzó a comerla a besos, ella estaba tan dormida que no entendía donde mi con quien estaba, se sobresaltó gritando auxilio. 
El se sorprendió ante su reacción, nunca nadie lo había rechazado, y se quedó perplejo mirándola sin saber qué hacer. 
Ella lo miro fijo, lo reconoció y vio cómo caían las máscaras del galán de ensueño vislumbrando sus intenciones ocultas llenas de fábulas a través de sus ojos, como si hubiera podido mirar todo lo que se esconde con un rayo láser, que el solo buscaba poseerla como un trofeo de campeonato de conquistas difíciles. 
Y así fue que a ella se le cayó a pedazos  la cortina de humo que le impedía ver con claridad. 
Respiro hondo y sin dudarlo, tomo sus cosas y se fue sin despedirse ni saludar, ni agradecer ni mirar hacia atrás. 
Necesitaba dejar ese pasado repleto de mentiras de alcoba, de novelas de corin tellado, ya no quería castillos de cristal ni príncipes vacíos, buscaba su verdad, buscaba su ser, buscaba su encuentro con ella en medio de la vida.   

Maria 
16/4/17
El Chaja 

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