Una taza de café amargo estaba sin terminar
La cuchara se había perdido en una azucarera vacía
Un gato maullaba con aullidos estridentes en el borde de la ventana
Una gota de agua cantaba un tango sórdido casi inaudible lamentando la vida
Mientras en la radio recitaban Llorar a lágrima viva de Oliverio Girondo
Cuando apareció ella arrastrando sus flacos pies
Las rodillas se habían perdido entre golpes y tormentos
Sus manos caídas no encontraban los dedos que estaban esparcidos por la alfombra
Las caricias quedaron atrapadas en el ascensor junto con la alegría que no podía moverse
Mientras el aliento luchaba por regresar
Y una voz susurraba calma
Una bendita voz buscaba salir a buscarla
Trataba de rescatarla de su escena más temida
Esa voz la intentaba animar
Y recordar que no todo esta perdido
Que se puede volver a nuestro lugar
Ese que hay en el circulo sagrado de la vida
Ahi donde el corazón y la mente se abrazan
Donde se puede encontrar la propia luz y brillar
Maria
19/5/16
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