Cuando abrimos nuestra vulnerabilidad es cuando compartimos nuestro néctar, esa sagrada esencia que alojamos y nos permite dejar caer las corazas que nos defienden de la vida.
La vulnerabilidad nos conecta con nuestro sentir, con la voz del corazón, esa melodía que palpita dentro de cada uno y nos fortalece como seres humanos.
Maria
14/10/20
No hay comentarios:
Publicar un comentario