sábado, 25 de enero de 2020

NO LO SÉ

NO LO SÉ 

Quizás es desde el aire donde podemos dimensionar la profundidad de la vida. 
Aquí en el medio cielo, viéndonos tan pequeños cuando nos creemos el centro del universo. 
Como burbujas me aparecen pensamientos que se preguntan, ¿Y como sigue la vida? ?¿Que sientes? ¿Extrañas? ¿Como es estar contigo? 
¿Y como es seguir así? 
Y ahí es donde aparecen voces molestas que hacen ruido, y también otras que me animan a disfrutar cada momento. 
Puedes disponerte a andar tranquila disfrutando del día de sol, cuando de repente irrumpe una onda siniestra y te arrebatan todo el dinero que tienes, y no sabes quien fue ni como sucedió, si fue una torpeza tuya o una gran destreza ajena, artistas del arrebato inesperado. 
Una ola de misterio envuelve ese maldito instante donde ocurrió lo que jamas imaginabas podía llegar a pasar en tu ultimo día soleado por Madrid, la escena temida se hizo realidad. 
Y te quedas sin aliento y sin nada ... 
O quizás solo contigo 
Me percaté al rato, ni siquiera en el mismo momento - lo que hubiera facilitado las cosas - y una ráfaga de calor intenso me invadió y de repente sentía 40 grados en mi cuerpo plenos de impotencia  galopando al ritmo de la taquicardia y la respiración entrecortada. 
Por favor, que me digan que esto es un mal chiste o una pesadilla, pensaba con fuerza! 
Pero no, es real, sucedió. 
Entonces ... 
¿Que puedo hacer? 
¿Donde pasó? 
¿Quien fue? 
¿Como sucedió? 
Y la única respuesta es NO LO SÉ 
Corrí desesperada buscando las huellas que explicaran lo que pasó, una pista, un gesto, algo, con la ilusión de encontrar lo que me quitaron, volví sobre mis pasos para encontrar una respuesta, pero nada, ni una señal de lo sucedido, todo quedó envuelto en un profundo misterio inexplicable con el que deberé cargar pues no hay modo ... NO LO SÉ! 
Y ya no se que me afecta mas, si la pérdida de todo lo que tenia, o no tener idea de como pasó, una vez más no se lo que pasó! 
Y mi viaje continuará con esa incertidumbre entre mis labios corriendo dentro mío, mezclada con la impotencia, el agobio y la amarga resignación. 
El viaje sigue y yo me siento así. 
Quizás es momento de desprenderme de lo que ya no necesito. 
Quizás es momento de vivir el desapego, aunque se presente en forma forzada sin haberlo invitado a este viaje. 
Quizás es momento de despojarme y poder caminar más liviana. 
Quizás es momento de disfrutar lo que si hay y es. 
Quizás 
NO LO SÉ 

Maria 
24/1/2020 
En el aire 

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