lunes, 20 de marzo de 2017

Tumbada

Ella tan solo había dado unos pasos, con sus pies pequeños tambaleando y explorando el mundo.
Un pájaro se acercó y ella curiosa comenzó a seguirlo buscando acariciarlo.
El pájaro empezó a aletear y ella detrás intento tocarlo hasta que voló.
Su mirada quedo allí siguiendo su vuelo, algún día llegaría a volar.
Y de repente sintió el impacto y no vio nada más.
Todo se puso negro, la oscuridad la invadió sin aviso ni explicación, quedando tumbada y atrapada sin salida.
El sonido se fugó y la vida quedo en suspenso, todo se detuvo y no pudo reaccionar, ni una palabra pudo emitir, los gritos se escondieron entre las ruedas y un silencio de tumba la rodeó.
Ese instante de inmovilidad lo sintió eterno.
Y cuando parecía que no volvería, una mano la toco y fue moviendo su cuerpo hasta tomarla entre sus brazos.
Sus ojos se congelaron y la reacción se quedo sin luz, meciendo su existencia entre rostros que la miraban alarmados.
Y solo veía movimientos y escuchaba lamentos lejanos y confusos que la mareaban.
Por un instante volvió a las estrellas, las acaricio y sintió su llamado.
Ellas la abrazaron y acunaron en las noches de dolor sin fracturas, de desconcierto por la vida.
Algún día, algún día sabrás que todo tiene sentido, algún día sabrás que eres nuestra hija.

Maria
20/3/17
Buenos Aires 

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